José Beraldi y la tristeza por Russo: “Un valor tan grande como persona”
9 octubre, 2025
En una jornada de profundo pesar para el fútbol argentino por el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, Boca de Selección dialogó con José Beraldi, ex presidente de Boca Juniors. Beraldi se mostró visiblemente conmovido y compartió la tristeza de no poder despedir a su amigo: “Estoy muy mal, la verdad que estoy muy mal. Lamento profundamente que por cuestiones de trabajo me tuve que venir de ayer afuera, estoy tan triste sabiendo que no puedo ir a verlo, a darle un beso de despedida”. El exdirigente recordó que la relación con Russo, forjada durante la campaña de la Copa Libertadores 2007, trascendió lo profesional, destacando el valor humano y la capacidad de Miguel para conducir un grupo complejo como el plantel de Boca con “una manera sana y dura a la vez”.
Beraldi rememoró la estrecha convivencia que compartieron, resaltando la calidad personal de Russo. Subrayó que, pese a las tensiones inherentes al fútbol, Miguel fue un hombre que “sin gritar, sin pelear” y con las “cosas muy claras”, lograba gobernar el vestuario. Más allá de lo futbolístico, el exvicepresidente recordó las charlas que se extendían por horas en las concentraciones, donde hablaban de temas personales y familiares. “Hay mil historias con Miguel”, dijo, haciendo hincapié en el valor humano que demostró el DT, incluso cuando priorizó a su cuerpo técnico por sobre su continuidad en el club, demostrando lo que significaba para él conducir un grupo humano.
Un punto central de la charla fue la conexión de Russo con Boca Juniors. Beraldi contó cómo la dirigencia de la época, liderada por Pedro Pompilio, lo eligió por su “temple especial” y su seriedad, una decisión de la que “no nos equivocamos”. Lo que comenzó como un vínculo profesional se convirtió rápidamente en un profundo amor: el exdirigente confirmó que Russo “se enamoró de Boca” y que esa devoción fue total, al punto que el DT pidió irse con la camiseta xeneize. Esta pasión se complementaba con una “obsesión por el juego” y por las cosas bien hechas, una característica de la escuela del doctor Bilardo, que llevó a Russo a estar horas analizando y viviendo el partido.
Finalmente, Beraldi compartió un doloroso recuerdo del pasado de Russo como jugador: el momento en que se quedó fuera del Mundial 86. El exdirigente señaló que ese episodio fue un golpe muy duro para Miguel, quien estaba “convencido” de que iba a formar parte de la selección campeona. Pese al dolor, Russo nunca tuvo declaraciones en contra de nadie, ni siquiera de Bilardo, demostrando el profesionalismo y la hombría que lo caracterizaron toda su vida. “Se quedó con un dolor muy grande, Miguel, con eso”, cerró Beraldi, sintetizando el legado de un hombre que dejó una marca imborrable en el club de La Ribera.